.
-¡Salú, amig@ Lector(a)! Que la esté pasando muy bien, y que San Francisco de Asís me le dé “pacencia” si tuviere que ir a una oficina pública a hacer algún trámite… ¡Avemaría, gracia plena!
A modo de “mea culpa”… El Año pasao, estuve bretiando una temporada en San José, haciendo -a ratos- de “Mensajero” de una empresa consultora. Claro, que la mayor parte de los mandaos los hacía en lomos del Sabio Salomón -caballo compañero de mil batallas en esta vida-, al que no le sentó bien el clima frío, ni el montón de humo de los carros; pos pasaba en un puritico temblor y en una pura estornudadera…
¡Ah! Y ni se diga de la mentada “comida chatarra” que le zampaba los sábados y domingos, cuando me daban los sobros de hamburguesas y las tales ‘piczas’, en un negocio al cual le hacía “servicio esprés”… Ha visto que me le estaba jodiendo la panza al probe “jamelgo”, tanto así, que hasta un “parte” me hizo un “sapo”… ¡Eh, perdón! Un “cabrón” Tráfico, dizque “por andar con la mufla a escape libre”… ¡Je je je je!
Lo que le contaré es que, cierto día, me mandó el Lic. Marvin Cubero Martínez -mi Jefe de allá-, a que le fuera a botar un tubo fluorescente, a un lugar especial, pues eso no puede tirarse en cualquier parte, por lo peligroso del gas que tiene adentro.
La cosa es que me encaramé en el primer bus (“cazadora”, le decíamos antes a esos “chunches”) que pasó hacia la parada de Aserrí, de áhi agarraba pa’ ese pueblito, ‘onde debía de entregárselo a una Empresa que recicla esas vainas. Por cierto, que aquel bus iba “hasta el olote” de gente… Me costó treparme y acomodarme en el “zaguán”, ‘onde iban las personas guindando “como el mono de Maura”, a doble varilla…
Allí, puse parao el bendito fluorescente, y al ratico nomás… ¡Ya iba un montón de gente agarrada del tubo, creyendo que era una de las varillas del bus… Cuando quise bajarme y llevármelo: Acaso que naide quiso soltarlo…
Entonces, me puse rapidito a “hacerle sucrol” al asunto: Ya casi se rajaba a llover, y mojarse en la capital ¡es cosa seria… Jue cuando, -mejor- jalé el mecate del timbre de parada… Muy suavecito y disimuladamente, solté el fregao fluorescente y… Allí quedó con la gente agarrada juertemente a la falsa varilla del bus… Me bajé, y áhi nomás agarré otro camión de vuelta p’atrás…
Por supuesto, que endespués de aquello, le pedí perdón a mi santa Madre (que en paz descanse) por aquello del “hijueputazo” de quien quedara de último, una vez que soltara el fluorescente… ¡Y que Tatica Dios me perdone!
Quedémonos acá con esta historia, pa’ aprovechar de darle mi consejo de siempre: MOVAMOS LAS VÁRICES POR COSTA RICA y sigamos ECHANDO PA’LANTE… Hasta la próxima…
* * * GLOSARIO DE ESTA EDICIÓN * * *
Bretiar: Bretear, trabajar.
Cabrón: Calificativo de “molesto”. En un sentido distinto, también se aplica para designar a un alcahuete o consentidor.
Cazadora: Autobús.
Chunche: Cosa.
Fregao: Fregado, descompuesto. También se usa para calificar algo o a alguien de ‘molesto’ o fastidioso, o simplemente como un recurso retórico.
Hacer sucrol: Calcular, pensar, reflexionar.
Ir o estar hasta el olote: Repleto, lleno.
Jamelgo: Caballo.
Joder: En Costa Rica y gran parte de Latinoamérica, significa “molestar”; no obstante, en España, se utiliza como sinónimo vulgar y obsceno de hacer el coito.
Mandaos: Diligencias, gestiones.
Parte de Tránsito: Amonestación por cometer falta, error o imprudencia con sanción económica.
Sapo: Entrometido.
Tráfico: Agente policial de Tránsito,
Zaguán: Pasillo estrecho.
Zampar: Meter, empujar. En este caso, como figura retórica de comer.