Puntarenas es el distrito número 1 y capital del cantón de Puntarenas, en la provincia de Puntarenas, la más extensa de Costa Rica.

Se ubica en la costa oriental del Golfo de Nicoya, frente a la Península de Nicoya, en el Océano Pacífico. Este es uno de los puertos marítimos más importantes del país; las principales exportaciones incluyen plátanos, café y pescado procesado entre otros productos, las cuales se hacen a través del puerto de Caldera (en concesión desde el 2006). En 2007, este puerto había movilizado 640 000 toneladas en contenedores, mostrando un incremento de 63.109 contenedores Teus a 169.827 (un crecimiento de 168%) entre 2006 y 2008. De este puerto del Pacífico sale el 13% de las exportaciones del país, y el 28% de la producción agrícola que el país destina a exportación, sobre todo azúcar, alcohol, madera y productos frescos como piña, melón y yuca,2 principalmente con destino a Estados Unidos (45% del país, 62% por Caldera), China, Singapur, Argentina, Chile y Perú, en un país donde las exportaciones marítimas representan el 81% según volumen medio de transporte.

La ciudad de Puntarenas también es asiento de industrias que producen productos tanto para el consumo nacional como para la exportación, representando estas industrias el 1.4% del total de la producción del país destinada a la exportación. Destacan entre estas industrias la procesadora de atún Sardimar, Alunasa (produce productos de aluminio para las industrias de la conversión, empaque, construcción, salones de belleza, utensilios de cocina, aires acondicionados y metalmecánica), la empresa INOLASA (productos orgánicos), la arrocera Miramar, el Grupo Fertica (fertilizantes y abonos), así como numerosas pequeñas y medianas empresas.

Puntarenas es una de las regiones turísticas más importantes de Costa Rica. Sus costas las engalanan abundantes islas, ensenadas, playas y tesoros naturales de gran belleza, que la convierten en un destino turístico por excelencia, tanto nacional como internacional, pues es también escala de cruceros. Su territorio ofrece gran variedad de atractivos fundamentados en el sol y la playa, los cuales se complementan con zonas protegidas, áreas insulares y continentales. La ciudad de Puntarenas funciona como lugar de estadía, distribución, escala y excursión a otras playas y lugares turísticos de la costa del Pacífico costarricense. El turismo es la principal actividad económica del país, con generación de $ 2.111.000.000 en divisas en el año 2010.

La ciudad se comunica con San José por carretera y ferrocarril, a unos 99 a 120 kilómetros dependiendo de la ruta escogida.

‪Historia de Puntarenas‬

La región donde hoy se ubica la ciudad de Puntarenas perteneció, durante la época precolombina, a la Gran Nicoya, área arqueológica que ocupa parte de la costa pacífica de Nicaragua, todo el actual Guanacaste y parte del litoral pacífico de Costa Rica. Hasta antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI, existían diversos cacicazgos de etnia chorotega que habitaban no solo el litoral pacífico sino también varias de las islas del Golfo de Nicoya (Isla de Chira), entre los que destacan Corobicí, Abangares, Chome y Orotiña. El cacicazgo de Chorotega Vieja, gobernado por el rey Coyoche, se encontraba en la ensenada de Tivives, muy cerca de la actual ciudad de Puntarenas. También había varios cacicazgos pertenecientes al Reino Huetar de Occidente, que ocupaban el valle del río Grande de Tárcoles y la costa pacífica hasta Quepos, siendo el más importante el Cacicazgo del rey Garabito, cuyo principal asentamiento se situó en los llanos que hoy ocupa la ciudad de Esparza.

Los españoles iniciaron las exploraciones de la costa pacífica costarricense en 1519 cuando el conquistador español Hernán Ponce de León, en una expedición pilotada por Juan de Castañeda, penetró por primera vez el golfo de San Lucas (hoy golfo de Nicoya), y descubrió el territorio que más tarde se conocería con el nombre de Puntarenas. Un año más tarde, Gil González Dávila llegó hasta el golfo, y recorrió y comerció con varios de los cacicazgos de la zona, llegando hasta el Reino de Nicoya y más tarde a Nicaragua.

La primera población permanente fue Villa de Bruselas, fundada por Francisco Hernández de Córdoba en 1524, cerca de la desembocadura del río Grande de Tárcoles, a unos cinco kilómetros al noreste de la actual Villa Manzanillo. Esta población, el primer asentamiento español en Costa Rica, subsistió hasta 1527 cuando fue despoblada por orden de Pedrarias Dávila, luego fue repoblada por Gonzalo de Badajoz; y despoblada por segunda vez en 1529, por el capitán Andrés Garabito, por mandato de Diego López de Solardo, quedando esta parte de la región dentro del Corregimiento de la provincia de Nicoya, puertos de Chira y Paro. Entre 1554 y 1556 se edificó, en Chomes, la segunda iglesia del territorio costarricense, luego de la ermita de San Blas en Nicoya. En 1561, Juan de Cavallón y Arboleda estableció el campamento «Real de la Ceniza» en la entrada del río Grande de Tárcoles, cuyo cauce siguió para adentrarse en el Valle Central de Costa Rica. Esta misma vía utilizó Juan Vázquez de Coronado para penetrar en territorio costarricense en 1563 y fundar Cartago en el Valle del Guarco.

En 1568, Perafán de Ribera fundó la ciudad de Aranjuez y el puerto de la Ribera cerca de la desembocadura del Río Barranca. Ésta ciudad fue el principal puerto de entrada al país hasta que el gobernador Alonso Anguciana de Gamboa trasladó a los pobladores hasta la ciudad de Espíritu Santo, en el Valle de Coyoche o Landecho, fundada por él cerca de la actual Esparza.

La mención más antigua del nombre de Puntarenas data del 13 de febrero de 1720, donde se menciona la llegada del pirata John Clipperton a la «Punta de Arena» del Golfo de Nicoya. El primero en utilizarla como puerto de embarque y desembarque fue Miguel Antonio de Unanué, quien fue propietario de una extensa hacienda ubicada tras los manglares y esteros, al norte de la actual ciudad de Puntarenas, que todavÍa lleva el nombre de «El Palmar». Por el año de 1722, la lengüeta de tierra donde se encuentra actualmente Puntarenas comenzó a conocerse como «Puerto de Arenas».

En un principio, la sociedad puntarenense estaba conformada por criollos, y se fortaleció con la llegada de los primeros forasteros procedentes de Nicaragua y de Chiriquí, Panamá. En 1814, se construyó un galerón de madera que tenía varios usos: fungió como oficinas de gobierno, aduana, hospital y Escuela de Primeras Letras y finalmente terminó como ermita. A solicitud del entonces gobernador de Costa Rica, Tomás de Acosta y Hurtado de Mendoza, realizada ante la Real Audiencia de Guatemala, y por intermediación del diputado de la Provincia de Costa Rica ante las Cortes de Cádiz, presbítero Florencio del Castillo, se declaró a Puntarenas, puerto mayor de Costa Rica, a partir del 21 de septiembre de 1814 (título que aún hoy en día ostenta), con Antonio Figueroa como su primer capitán de puerto (julio de 1815). Con el crecimiento de la población se hizo necesario la construcción de una iglesia. Primeramente, se edificó un galerón semidescubierto con techo de zinc, importado de Inglaterra. En el sitio donde estaba ubicado el galerón se construyó la iglesia, cuyo material era básicamente de madera. En 1898 el templo se quemó. En la actualidad, la iglesia, hoy Catedral de Puntarenas, se encuentra ubicada en el mismo lugar.

En 1834 se proyectó trasladar el puerto a Caldera, pero en 1840, el jefe de estado Braulio Carrillo Colina, rehabilitó a Puntarenas como puerto para el comercio del país. Se dispuso trazar las primeras calles, cuadras y se vislumbró lo que serían las avenidas de Puntarenas. Carrillo nombró a un gobernador en Puntarenas que continuó la labor iniciada en la construcción de las calles y avenidas, lo cual dio realce a la ciudad y contribuyó a que la misma se modificara. Posteriormente por decreto # 2 del 5 de marzo de 1847 se declaró puerto franco de altura para las exportaciones de café a Inglaterra y Chile, lo que aunado a la construcción del burrocarril, entre Barranca y Esparza y la construcción del ferrocarril entre San José y Puntarenas finalizado en 1910, permitió a la postre el aumento de la población.

En 1845, mediante ley, se ordenó la edificación de una ermita, cuyo patrono fue San Antonio de Padua; en 1889 se dedicó al Sagrado Corazón de Jesús. En 1850 se erigió la parroquia, la cual actualmente es sufragánea de la diócesis de Tilarán de la provincia eclesiástica de Costa Rica. El hospital San Rafael (hoy Clínica San Rafael) se construyó en 1852.

En 1854, ya algunas familias acomodadas tenían sus fincas particulares en la zona y algunas otras tenían baños que alquilaban a los viajeros de la época.

El 17 de septiembre de 1858, en el gobierno de Juan Rafael Mora Porras, se le otorga el título de ciudad, obedeciendo al notorio aumento de la población y desarrollo comercial que ya se vivía en la zona, y como un gesto de agradecimiento por los servicios brindados por el pueblo a las tropas, durante la Campaña Nacional de 1856-1857. El transporte de mercancías, propiamente en las actividades portuaria, pesquera y artesanal, fue consolidando las bases de la nueva ciudad. Irónicamente, dos años más tarde, el 30 de septiembre de 1860, serían fusilados, tras el combate de La Angostura, en esta misma ciudad, Mora Porras, y el general José María Cañas Escamilla, por el gobierno de José María Montealegre, después de ser derrotados al intentar recuperar el poder, arrebatado en un golpe de estado en 1859 y tras unos meses de exilio en El Salvador.

En 1864 se estableció un liceo de niñas. El 28 de febrero de 1873, se abre la prisión en la Isla San Lucas, que fue clausurada el 26 de julio de 1991. En esa fecha salieron de ella sus últimos 8 presos. Fue considerada como la cárcel más violenta de Costa Rica y una de las más horribles y miserables del mundo. En la división territorial escolar de la república de 1886, aparece Puntarenas como el distrito primero de la Comarca.

En 1887, el trayecto de la comunidad de Barranca a Puntarenas se efectuaba por medio del burrocarril, llamado así ya que el medio utilizado como tracción eran mulas. El gobierno de Cleto González Víquez impulsó la Ley de Ferrocarriles y en 1909 se efectuó el primer viaje entre la capital, San José, y Puntarenas, con la locomotora a vapor llamada «María Cecilia». Ese mismo año se inauguró el puente sobre el río Barranca. El Congreso Constitucional de la República del 7 de junio de 1909 promulgó la ley # 56 sobre división territorial municipal, que en su artículo primero, incisos 2, estableció las provincias del país para los efectos generales de la Administración Pública, entre los cuales aparece por primera vez Puntarenas con esa categoría. En 1910 se termina la construcción del ferrocarril del Pacífico, iniciada durante la administración de Rafael Yglesias Castro (1895).

El primer muelle de Puntarenas fue terminado el 4 de julio de 1913 (llamado «el muellecito»), que permitió fortalecer el comercio de la ciudad con la Península de Nicoya. En 1927, un segundo muelle («el muelle grande de la playa») se constituyó en uno de los principales puntos de exportación de café, situación que lo convirtió en el puerto más importante de la costa pacífica. Este muelle fue, por muchos años, una importante fuente de empleo de la ciudad. En 1932 se realizó el primer estudio con miras a hacer la construcción de la cañería que abastecería a Puntarenas de agua potable. Esto dio paso al proceso de urbanización de sectores alejados de la periferia central de la ciudad.

La escuela Delia Urbina de Guevara, se bautizó con ese nombre en 1936.

Su auge como destino turístico data desde el año 1940, fecha en que llegó a ser conocida como el «Balneario Nacional» debido a que la mayoría de los habitantes del país, especialmente los del Valle Central, recorrían un largo camino para poder disfrutar de su sol y playa. Era el sitio preferido para disfrutar de una romántica luna de miel.

Los primeros inmigrantes chinos llegaron a la costa de Puntarenas en 1948. En ese año empezaron a construirse las escolleras o malecones con el fin de detener el lavado de la playa ocasionado por las fuertes mareas en el sector de la punta. En 1950 se construyó la carretera interamericana y luego años después se construyó la carretera Alberto Echandi a la ciudad de Puntarenas.

En 1956 se inauguró el Liceo José Martí. El primer carnaval se efectuó en 1970. En 1972 se instaló un recinto con servicios educativos descentralizados de la Universidad de Costa Rica y en 1980 se creó el Colegio Universitario de Puntarenas, lo que abrió la posibilidad de educación superior en la ciudad de Puntarenas.

El 27 de febrero de 1987 se inauguró el bulevard entre la Catedral y la antigua Comandancia de Puntarenas. El 15 de diciembre de 1989 se inauguró la Casa de la Cultura en el edificio que correspondiera a la antigua Comandancia de la Guardia Civil de Puntarenas, que en 1977 había sido declarado patrimonio arquitectónico del país. El museo de la Casa de la Cultura fue inaugurado el 22 de agosto de 1992.

En setiembre de 1998, tras la remodelación de la Capitanía del puerto y la reconstrucción del muelle, dentro del marco del programa «Puntarenas por siempre» (que buscaba revitalizar a la ciudad), en cooperación de Costa Rica con la República de China en Taiwán , empezaron a llegar los primeros cruceros con turistas extranjeros de varias partes del mundo.

Turismo‬

Ferry que comunica la ciudad de Puntarenas con playa Tambor.
El Pacífico central de Costa Rica es una de las zonas de mayor importancia turística del país. La ciudad de Puntarenas, como capital de la provincia, cuenta con diversos lugares históricos de interés turístico. Su auge como destino turístico data de la década de 1940, cuando fue declarada balneario nacional. En la actualidad, su fácil acceso desde el Valle Central continúa permitiendo que conserve su condición de centro turístico especialmente entre los costarricenses, aunque la remodelación del muelle principal permite el atraco de cruceros y esto a su vez genera la incursión de turistas nacionales y extranjeros.

La ciudad cuenta con una oficina del Instituto Costarricense de Turismo, ubicada en el Paseo de los Turistas. Cerca del Paseo de los Turistas están las principales terminales de buses que conectan con Puntarenas, y al final del mismo está el ferry que cruza el Golfo de Nicoya.

Sitios de interés‬

El Muelle Grande: es en 1928 que se inició la construcción del actual Muelle Grande, con el que se facilitó la carga y descarga de los barcos, lo que permitió un auge impresionante del comercio.
El Mercado de Puntarenas: su estructura ha sufrido muy pocos cambios desde su inauguración, pues siempre se ha pintado del mismo color (anaranjado y blanco) como todos los edificios municipales del puerto.
El Parque Mora y Cañas: es un punto que guarda mucha historia pues rememora el sitio en el que fallecieron los próceres Juan Rafael Mora Porras y José María Cañas.
Catedral de Puntarenas: El templo de Puntarenas fue elevado al rango de Catedral el 27 de abril de 1998 tras la creación de la Diócesis de Puntarenas. Es el principal centro religioso de la ciudad. Es la única catedral del país que tiene su entrada principal dirigida hacia el este. Se encuentra construida con piedras extraídas de vetas de Esparza y Barranca, unidas por argamasa de cal y arena. Su piso, hecho de ladrillos, fue realizado por Humberto Canessa.
La Casa de la Cultura: edificio que en el pasado fue la Comandancia de Plaza de la Guardia Civil, con una sección que correspondió a la cárcel de la ciudad. En el año 1977 se logra el traspaso del inmueble el Ministerio de Seguridad Pública al Ministerio de Cultura Juventud y Deportes.
Además, de los lugares mencionados de gran interés turístico la ciudad de Puntarenas posee otros sitios muy representativos:

Parque Marino del Pacífico: esta institución se fundó en el 2002, por medio de la Ley de República No. 8065 y se construyó en lo que fueron los patios del ferrocarril al Pacífico de la ciudad de Puntarenas. Cuenta con un parque para niños, amplias zonas de juegos, restaurante y tienda. Entre sus exhibiciones externas, se pueden observar diversas especies al cuidado del Centro de Rescate y Rehabilitación, entre ellos cocodrilos, tortugas y pelícanos. Posee un acuario con gran cantidad de especies marinas, entre ellas pulpos, caballitos de mar, peces payaso, tiburones gato, morenas y otras.
San Lucas Beach Club: Inaugurado en 2012 tras la remodelación del antiguo Balneario de Puntarenas. La inversión fue realizada por el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (INCOP) y luego fue entregado mediante concesión a una empresa privada. El balneario abre de martes a domingo e incluye un área de piscina, vestidores, salón de eventos, restaurante y dos salas corporativas.
El Faro “La Punta”, cuya construcción fue indispensable para guiar a los barcos que venían del interior del golfo. En la actualidad se encuentra ahí la torre del campanario de la ermita de Nuestra Señora del Carmen.
En lo que hoy es el gimnasio municipal se ubicaba La Plaza de los Caites, nombre que se le dio porque una de las familias más antiguas de este cantón usaba un calzado de cuero al que denominaron “caites”.

Los Baños también son memorables, estaban ubicados frente a la antigua aduana, actual Colegio Universitario de Puntarenas costado sur.
Este era uno de los más importantes centros sociales del puerto de antaño, tanto extranjeros como gente de la meseta central y del mismo puerto asistían a los elegantes bailes que ahí se efectuaban.

En la antigua Puntarenas, la Calle del Comercio fue el centro de actividad más importante. Sobre ella se levantaron los primeros y más importantes hoteles de la época, por ejemplo, el hotel Fénix y el Miramar.
Paseo León Cortés Castro, conocido popularmente como El Paseo de los Turistas, es un boulevard peatonal y vehicular que se encuentra bordeando la playa, y en él se pueden encontrar bares, hoteles, restaurantes y áreas para patinar y caminar, donde se puede disfrutar desde una cerveza fría hasta un Churchill (una especie de granizado con leche en polvo, leche condensada y otros ingredientes variados).

Personajes históricos‬

Puntarenas tiene también esos personajes inolvidables, representativos, que dejaron su huella en los porteños. Muchos de estos nombres se utilizan para bautizar edificaciones de gran importancia para la zona. Algunos de estos personajes son:

Antonio Obando Chan: estudiante de noveno año del Liceo José Martí, portero, basquetbolista y karateca, quien el 13 de setiembre de 1975 salvó a tres niños durante un terrible accidente en el que murieron 50 personas, pasajeros de un autobús que cayó al estero de Puntarenas. Cuando bajó al rescate del cuarto, dejó su vida en el fondo del estero. Tenía 15 años. El pueblo de Puntarenas le recuerda como “El Héroe de la Angostura”. En Costa Rica existe el Premio al Mérito Civil Antonio Obando Chan, que se le otorga a los ciudadanos por acciones heróicas que son ejemplo de solidaridad, entrega, desinterés, valor, compromiso social y poner en juego su propia vida para ayudar a los demás. También el Liceo Antonio Obando Chan de Puntarenas lleva este nombre en su honor.
Miguel Ángel “Lito” Pérez Treacy: futbolista puntarenense con cuyo nombre se bautizó el estadio de fútbol.
Delia Urbina de Guevara: educadora por muchos años de la escuela de señoritas. Por sus aportes morales y éticos dicha institución lleva su nombre.
Rosalía Palacios: todos la llamaban de cariño Chalía ya que curaba todo tipo de malestar, se dedicó a cuidar y curar niños, mujeres solas y alcohólicos; además era partera. En la actualidad existe una asociación con su nombre que anualmente conmemora el aniversario de su muerte y realizan una feria con mascaradas y toros.
Fray Casiano de Madrid: fraile franciscano que dedicó su vida a recoger a los niños y a los jóvenes de la calle, brindándoles educación y oficio, la gente en Puntarenas lo considera un Santo y sus restos se encuentran en la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen.
Antonio Gámez: educador de enseñanza de la escuela Superior de Varones, que por sus valiosos aportes para la educación, la Escuela llevó su nombre.
Chavelita Chávez de Valerio: creadora de una industria de fabricación de cajeta de leche.