-¡Salú| amig@ Lector(a)! Me llena de alegría verle tan sonriente y alentaitic@… Por acá| la cosa anda bastante regular| gracias a Tatica Colochos| y a pesar de la tal Globalización y la función permanente de la Compañía Nacional de Títeres Arianos en todo el páis…
OCURRENCIA DE CHACALINES…
¡Qué cosa más linda es ver crecer a los hijos y a los nietos!
Aquí donde Usté me ve| yo he sabío lo que es ser madre… Pero no piense mal… Yo atendí 19 de los 25 partos de mi mujer. No dejaba uno de asustarse con la espera| pos como antes no había naitica de "radios equis"| ni eso que mientan ultrasonío ni nada de esas vainas pa’ darse cuenta de quien venía iba a ser hombre o mujer| o saber si estaba bien jormao el güililla encaminao…
Pero| ya ve usté| si venían las criaturas atravesadas… ¡Pa’ ponelas en buena posición estaba doña Rosita Carvajal Carmona! ¡Esa doñita sí sabe de esos asuntos! ¡Y más! Sin tocar a la mujer embarazada| le daba indicaciones de que hiciera ciertos ejercicios… Que se pusiera de ésta; endespués de tal; más luego de cual jorma… ¡Y el feto se acomodaba correctamente! Cuando iban a visitar al Médico| éste encontraba que todo estaba en orden… ¡Lo que es saber de verdá!
Y las probes mujeres tenían que habérselas "penca a penca" con la parición…
Ya cuando los carambitas van creciendo p’arriba y aprienden a hablar| empiezan a hacer preguntas| m’hijit@| que no sabe uno adónde meterse. También tienen cada "salida" que uno se pone a pensar: ¿éstos| serán babosos o muy inteligentes? ¿Cómo saberlo?
Entre tantísimos recuerdos de los 25 hijos| 375 nietos| el reguero de bisñietos y la milenta de cascaranietos| me acuerdo de cuando Bartoliaco -el hijo de mi hija Romualda– dentró a la escuela…
Resulta que la niña Carmela| la máistra| los puso a dibujar y pintar| dizque pa’ un tal concursio. Bartoliaco -inquieto como siempre- agarró un tizón apagao y manchonió de negro toda una hoja| de arriba p’abajo… Cuando recogieron los dibujos| la máistra jue preguntándole a cada uno de los chiquillos lo que habían pintao… Cuando llegó el turno de mi nieto| y al preguntale la niña qué era aquel manchón negritico…
Muy orondo le respondió Bartoliaquillo: "-Es un pleito de zopilotes en una noche oscura".
¡Ja| ja| ja! Y ¿ha de crer que se ganó el Primer Lugar del Concurso el bandido chiquillo…?
OTRA…
Voy a contarle un chile que le pasó a otros de mis nietos: Arturo y Carlillos| hijos de Cipriano| hace 20 años| cuando recién se habían ido a vivir a San Ramón de Alajuela…
Resulta que los mandó Maúra| mi nuera| al Mercao pa’ que le compraran dos libras de arroz y un repollo… Ella les dio las instrucciones del caso… Se jueron p’allá y compraron lo encargao…
De camino| venía Carlos con el repollo bien ‘mancornao‘| cuando se cansaba le pedía a Arturo que le ayudara| y éste le daba el arroz y cogía el repollo| se lo echaba al hombro y se lo arrimaba bien al ‘cachete‘… Y así estuvieron por tuitico el camino…
Cuando llegaron| requete cansaos a la casa| le dijo Arturo a Maúra:
-“Mi Mama| por vida suyitica nunca más nos vuelva a mandar a trer ‘repollos apretaos’… No ve qu’eso lo cansa mucho a uno…" ¡Ja| ja| ja! ¡Ah| par de ellos! ¿Verdá?
UNA MÁS| PERO DE YO MESMO…