Por: ÑOR ANTENOR AGÜERO RAMÍREZ
¡Salú| Amig@ lector(a)! Cuénteme| ¿qué ha hecho..?
Pos| de parte mía he de decirle que me estoy alistando pa’ ir a un encuentro internacional de Contactaos con Destraterrestres (ETs)| que va a darse en Miramar de Montes de Oro muy pronto. Pongan cuidao a la propaganda que va a estar saliendo por la prensa| pos yo no estoy autorizao pa’ dar injormación…
Es pa’ que se dé cuenta que| no importando que uno sea un campesino del campo| uno puede “asesoriase” y conocer de tuiticos los temas y vainas que hoy en día se “ventean” en el Mundo| m’hijit@.
Que ¿pa’ qué? Y diay| pa’ darse cuenta que esta vida no es solamente lo que nos han hecho creer| que Tatica Dios es más grande de la cuenta| al haber creado a otra gente -tal vez más mejor que nosotros los seres humanos| que no pasamos de ser “una caricatura” de lo que debiéramos: todo el tiempo| unos luchando porque se haga el bien y otros fregando pa’ que no se haga-| ¡Bendito sea el Señor! ¡Algún día tenemos que salir de tanta ignorancia!
Me estaban contando que áhi va a llegar gente de todas partes del Mundo| entre ellos| los hermanos Paz Wells: Sixto y Carlos| de Perú; también un colombiano Antonio Mashmud| el argentino Edgardo Lamartine| el nicaragüense Ignacio Sediles y muchos otros que van a hablar sobre lo que les ha pasao…
Va a asistir mucha gente que viene a enterarse de qué es la custión de tantos “platillos revolotiadores” que se ven a diario; los que uno mesmo ha visto pasar| pero que se ha quedao callao| por aquello de que lo vayen a “agarrar de mona” endespués…
Tal vez uno| anteriormente| vio cosas estrañas y| entonces| pudo haber pensao que se trataba de custiones de ultratumba… Pero| hoy en día se da uno cuenta de que muchas fueron asunto de contacto con Seres del Espacio Esterior…
Aquí le va una anécdota…
En los alrededores de mi pueblito| en cuanto a los mentaos platillos voliadores| estamos cansaos de ver “vainas raras”… Como le decía| tal vez en otro tiempo| por la mesma ignorancia de los “protagonistos”| se pensó que se trataba de ángeles| luces de ánimas en pena| u otras vainas.
Ahora uno ve esos pregramas del “tevelisor”| y tanto libro y revista| ‘onde habla gente como el peruano Sixto Paz” y otro montonón -¡hasta ticos hay en eso!- cuentan haber tenío encuentros| pero no de Semana Santa| sino con gentes de otras estrellas que viajan en platos y sartenes voliadores…
No sabe uno qué pensar… ¡Santísimo Dios! ¿Serán los signos del fin del mundo que decía Jesús el Cristo? Por eso| yo voy ‘ir a Chumical a ese Encuentro de Contactaos Destraterrestres| que se v’a hacer en el mes entrante| pa’ oyir de viva voz esas historias… Y| diay| a la larga lo invitan a uno a encaramase en un chunche d’esos… ¿Qué estamos sabiendo| m’hijo..?
Algún día de estos| me resolveré a contale lo que a yo me sucedió| mi primera -de muchas- esperencias con Destraterrestres y que cambió tuticamente mi vida pa’ siempre…
Por ahora| voy contale la historia de cómo quedó muda mi prima Exuperia Agüero| hace 60 años| y que tiene que ver con los E.T’s… Risulta que en casa de mi tío Gordiano acostumbraban – endespués de rezar el Santo Rosario a las siete de la noche- salir al corredor a armar la tertulia| contando chiles| historias de aparecíos y otras babosadas. Riuniones que a veces se estendían hasta las diez de la noche| más si había visitas…
Una noche| luego de la tertulia| cuando ya todos se habían metío p’adentro| se quedó Exuperia acomodando los “escaños” (asientos) del corredor… ¡Lo único que se oyó jue un alarido y un “costalazo”! Cuando salieron a ver qué sucedía| se la encontraron tirada en el suelo| con las trenzas del pelo paradas| los ojos pelaos “como pesetas nuevas”| la lengua enroscada y señalando pa’l cafetal que quedaba al otro lao de la callecilla…
En eso apareció Quinchillo Parajeles “pálido como un papel”| asustaitico pidiendo agua| pos en esos momentos iba pasando por la calle y vido aquel “fenómeno destraño”… Ya cuando se calmó| pudo contar que| en cosa de segundos| de medio cafetal vido soltase una luz como la del día y de áhi se levantó una bola de juego blanquitica| del tamaño de una luna llena recién rayada| que se jué volando rapidísimo por los aigres| dejando un ventolero en la arboleda del lugar…
Nunca se supo qué jue aquello| pero quedó de recuerdo hasta la fecha una gran quemazón| como una rodaja| ‘onde nunca más volvió a crecer monte alguno| sólo en el invierno se ve un montón de “sombrillitas” (hongos) muy grandes… De más está dicir que Exuperia no volvió a hablar jamás… ¡Qué tristeza!
¡Hasta la prósima! Sigamos ECHANDO PA’LANTE…
 | Marcos Fco. Soto |